ANDORRA
"Dicen que la Jota muere
desde tiempos muy lejanos
la jota no morirá
mientras quede un andorrano"
Localidad minera, jotera y con devoción por el tambor y el bombo. Sus calles fueron testigo del amor más puro por la jota, el campo y la vida. Tierra que vio nacer a un histórico que hoy da nombre a uno de los museos dedicados a este arte centenario. Hoy descubrimos Andorra y a su querido Pastor.

La jota, amor verdadero
Andorra "Villa Jotera" es más que un slogan. Es la identificación de una localidad donde el folklore aragonés se ha enseñado y practicado hasta impregnar su esencia por completo. La jota sigue viva por sus joteros y, en eso, Andorra tiene mucho de lo que presumir.
Es de obligado cumplimiento comenzar por José Iranzo, "El Pastor de Andorra". Nacido en esta misma localidad el 20 de octubre de 1915, comenzó sus clases de canto con Pascuala Perié en Zaragoza. Gracias a esta primera formación, llegó a debutar en el Teatro Principal en 1942, antesala a sus viajes que dejarían constancia de su éxito: Londres, Cuba, París y Nueva York, entre otros. Su palmarés, bien nutrido con la Cruz de San Jorge, el galardón "Aragonés del Año Especial" en 1984 y otros tantos puramente joteros, deja constancia de un amor por la jota tan solo igualado por el que derrochó por "su Pascuala". Tampoco olvidó su amor por el campo y por su otra profesión, la de pastor. Amor que ahora su tierra devuelve con el centro en su honor (Centro Pastor de Andorra de la Jota) y con el nombramiento como Hijo Predilecto y la asignación de una calle en su nombre en la localidad.
Las hermanas Zapata pertenecieron a una importante estirpe de bailadores: Ignacio, Isabel, Amalia, Santiago, Conchita y Angelita. Una familia que consiguió transmitir la pasión por la jota de corazón en corazón -Isabel Zapata fue nombrada profesora en la Escuela Municipal de Jota de Zaragoza-. Su madre, Manuela Martín Villanueva, nacida en la localidad andorrana, facilitó que el municipio bajoaragonés fuese reconocido.
En el baile destacan también Joaquín y Vicenta Gracia Villanueva "Los Pericos", Francisco Camín y Mari Cubero Rico, quien sería la primera directora del Grupo Oficial de la Peña del Cachirulo.
Otros cantadores dignos de mención son Antonio Aznar "El Andorrano", José Moreno Laborda "El Niño Moreno" o Joaquín Pascual Pérez "Casero", a quien pertenece la jota a través de la que llegamos hasta aquí.
Patrimonio y naturaleza
La hermosa Villa de Andorra se encuentra enclavada entre el Valle del Ebro y el Sistema Ibérico, a una altitud de 714 metros. El posible origen celta de su nombre, "Puerta de los Vientos", añade un toque místico a su historia. La presencia de Andorra se registra en documentos desde 1149, cuando fue conquistada a los árabes por Ramón Berenguer, príncipe de Aragón. Aunque existen yacimientos íberos, como el destacado "El Cabo", un importante poblado del siglo V a.C.
En el siglo XII, se erigieron las primeras casas alrededor de la Ermita del Pilar, extendiéndose hacia la Plaza de la Iglesia y sus alrededores. La fachada del Horno de Pan Cocer, cerca del templo, sirve como telón de fondo para el busto de José Iranzo, el Pastor de Andorra, que preside junto a la Fuente del Lugar este pintoresco rincón. La Plaza de la Iglesia alberga las arcadas de la antigua Lonja, un vestigio del mercado local, y la Casa de los Alcaine, de gran valor arquitectónico, que nos guía por el laberinto de callejuelas hacia la Ermita del Pilar, uno de los edificios más antiguos de la comarca.
En la ascensión hacia la cima, encontramos la Ermita de San Macario, una construcción popular del siglo XVIII, rehabilitada en los años noventa. Esta ermita, junto con las amplias zonas de recreo que incluyen barbacoas de uso público y baños, forma parte del monte San Macario. También hay una hospedería con bar cafetería desde donde se puede disfrutar de una impresionante panorámica de Andorra y gran parte de la comarca.
Una visita imperdible es al poblado íbero "El Cabo", que debido a las explotaciones mineras, fue excavado y trasladado piedra a piedra a este entorno, convirtiéndolo en un lugar único. Explorar la necrópolis de El Cabo y el Parque Tecnológico Minero MWINAS proporcionará valiosa información sobre la evolución histórica y económica de Andorra.
Fiesta andorrana
En Andorra se celebran diversas festividades a lo largo del año, marcadas por la tradición, la religiosidad y el arraigo cultural. La Semana Santa es celebrada con gran devoción en Andorra. Durante estos días, se llevan a cabo procesiones religiosas que recorren las calles del pueblo. En el año 2024, esta localidad es además la anfitriona de las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, una cita marcada en el calendario para los devotos de la Semana Santa y que no te puedes perder. Además, San Macario es el patrón de Andorra, y sus fiestas se celebran del 7 al 11 de septiembre. Durante esta festividad, se organizan eventos religiosos, procesiones, actos litúrgicos y actividades culturales y festivas en honor a San Macario, protector de la localidad.
En septiembre, se celebra la Feria Ganadera y Comercial, una tradicional muestra que destaca la importancia del sector agropecuario en la región. Esta feria incluye exposiciones de ganado, productos locales, artesanías, y actividades para toda la familia.
Estas festividades reflejan la riqueza cultural y la identidad de la comunidad en Andorra. Las celebraciones combinan tradiciones religiosas con eventos populares, creando un ambiente festivo y comunitario que fortalece los lazos entre los habitantes de la localidad.
Las recomendaciones de Lucía
Andorra se disfruta con los cinco sentidos. Las vistas desde la ermita de San Macario para ir abriendo boca suponen conocer la localidad desde las alturas, respirar aire fresco, disfrutar del sol, de la naturaleza y de tiempo con amigos y familia en su área recreativa. Se trata de un lugar con historia, y como curiosidad, te cuento que siglos atrás Andorra era un barrio de Albalate llamado las "Masadicas Royas"; después pasó a llamarse San Macario de Andorra y finalmente quedó en su nombre actual. Posteriormente, es de obligado cumplimiento visitar las esculturas que hacen referencia a los aspectos andorranos más característicos, como su escultura al minero en la Plaza del Regallo, o la que se erige en honor al Pastor. Ese ambiente tradicional y antiguo rozará tu cara mientras vislumbrarás pasión en los rincones que hacen gala de pertenecer a la famosa ruta del Tambor y el Bombo.
No podía faltar una pausa para disfrutar de sabor y color en "La parada de Emilio", donde sus productos más típicos del Bajo Aragón, como la oreja de cerdo, te maravillarán (la carta es muy completa).
Para terminar la visita, es imprescindible conocer sus museos. El que está dedicado al trabajo abrirá ante ti un sinfín de objetos y colecciones con un guiño especial a la minería, además de conocer el famoso horno de gran profundidad. Por último, para llevarte en la mochila la verdadera esencia andorrana, visitarás el Centro Pastor de Andorra; conocerás sus tradiciones, su vida, podrás escuchar su sabiduría e incluso poner en práctica tus dotes como cantador, por tan sólo 3 euros.
Sin duda, una de las visitas con más relevancia en el territorio aragonés.
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